domingo, 14 de octubre de 2018



SEÑORIO DE CUZCATLAN

La región pipil cuzcatleca estaba dividida, según nuestros historiógrafos, en varios cacicazgos, siendo los principales los siguientes: Cuscatlán, Izalco, Apanhecatl, Ahuachapan, Tehuacan, Apaxtepetl, Ixtepetl y Gucotechtli o Guacotecti.

No se sabe si esos cacicazgos eran independientes entre sí, o si formaban una o más nacionalidades; más lo que sí se puede asegurar es que el “Señorío de Cuscatlán gozaba de supremacía, ya baya sido por su extensión o por su poder, pues dio su nombre a toda la comarca y se le designaba con el nombre de “Señorío”.

La capital del “Señorío” de Cuscatlán era la ciudad del mismo nombre, y estaba situada como a ocho kilómetros al S. W. de San Salvador, a orillas de una bella laguna, que empezó a secarse después del terremoto de 1873.

Solo se conocen los nombres de cuatro o cinco caciques o jefes: Cuaumichín, a quien mataron a palos sus súbditos por haber querido restaurar los sacrificios humanos; su sucesor Tutecotzimit (o Tultecotzimit), quien fundo con miembros de su familia el Consejo de los Ocho Nobles. Según Juarros, el sucesor de Tutecotzimit fue su hijo mayor Pilguanzimit, Generalísimo en el gobierno
de su padre, con asistencia de “cuatro ministros de guerra”.

El mismo Juarros, menciona otro soberano pipil, llamado Tonaltut.

Barberena dice haber leído en un documento antiguo, que el antepenúltimo jefe de Cuscatlán se llamaba Mactensun, que traducen: “Cuatro Barbas”.

Según la versión común, el ultimo Señor de Cuscatlán fue Atlacatl. Se habla también de Atlaeatl el joven o Atlacatzin, que salieron a enfrentarse con don Pedro de Alvarado. Mas, según dice el abate Brasseur de Bourbourg, en carta dirigida al editor de La Gaceta de Guatemala, el 15 de septiembre de 1856, consta en un manuscrito cachiquel que el nombre del Príncipe a la sazón reinante, cuando vino Alvarado, era Atonal (“Sol del Agua”) ¿No sería Atona, uno de tantos caciques de los diversos cacicazgos en que entonces estaba dividida la región de Cuscatlán, y que se había reunido como tantos otros ignorados tal vez, a los Señores y Jefes de Cuscatlán, los Atlaeatl, para hacer frente a don Pedro de Alvarado?

Atonal puede haber sido el cacique, entonces reinante, de los izalcos, y bien se
sabe que hasta la techa, tienen un indio jefe a quien ellos reconocen y obedecen como cacique.
El ultimo cacique de la región o cacicazgo de Chaparrastique, según don J. Antonio Ceballos, fue Guistaluzziit, quien flojamente intento cerrar el paso a don Pedro de Alvarado.

En medio de un collar de montañas, se extiende el soleado Valle de las Hamacas, en donde se mueve pequeñita y animosa la ciudad capital de la región de Cuscatlán.

Hamaca india, donde se acuna un pueblo al arrullo que cantan los volcanes, los ríos y sus lagos. Prados risueños, bañados por la catarata de oro del sol, en plena fiesta de trinos y colores. Cantan los canales y las milpas, con el sonajero de sus rubias espigas; los amates y las ceibas se balancean en una danza rítmica, ritual, que languidece como suspiro de india sentimental...
Color de sol, pujanza de la tierra, brotes, flores y frutos por doquiera; se perfuman las selvas, y en los nidos hay un temblor de trinos, con el piar balbuceante de pájaros que nacen; urgencias maternales en calentar sus nidos, picoteos, mieles y caricias... ¡Es la canción del trópico, que estalla con música de pájaros flauteros, perfumes y colores...! Cuscatlán es así: caliente, vigoroso y pujante.


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