SEÑORIO DE CUZCATLAN
La
región pipil cuzcatleca estaba dividida, según nuestros historiógrafos, en
varios cacicazgos, siendo los principales los siguientes: Cuscatlán, Izalco,
Apanhecatl, Ahuachapan, Tehuacan, Apaxtepetl, Ixtepetl y Gucotechtli o
Guacotecti.
No
se sabe si esos cacicazgos eran independientes entre sí, o si formaban una o más
nacionalidades; más lo que sí se puede asegurar es que el “Señorío de Cuscatlán
gozaba de supremacía, ya baya sido por su extensión o por su poder, pues dio su
nombre a toda la comarca y se le designaba con el nombre de “Señorío”.
La
capital del “Señorío” de Cuscatlán era la ciudad del mismo nombre, y estaba
situada como a ocho kilómetros al S. W. de San Salvador, a orillas de una bella
laguna, que empezó a secarse después del terremoto de 1873.
Solo
se conocen los nombres de cuatro o cinco caciques o jefes: Cuaumichín, a quien mataron
a palos sus súbditos por haber querido restaurar los sacrificios humanos; su sucesor
Tutecotzimit (o Tultecotzimit), quien fundo con miembros de su familia el ≪Consejo de los Ocho
Nobles≫. Según Juarros, el sucesor
de Tutecotzimit fue su hijo mayor Pilguanzimit, ≪Generalísimo≫ en el gobierno
de
su padre, con asistencia de “cuatro ministros de guerra”.
El
mismo Juarros, menciona otro soberano pipil, llamado Tonaltut.
Barberena
dice haber leído en un documento antiguo, que el antepenúltimo jefe de Cuscatlán
se llamaba Mactensun, que traducen: “Cuatro Barbas”.
Según
la versión común, el ultimo Señor de Cuscatlán fue Atlacatl. Se habla también
de Atlaeatl el joven o Atlacatzin, que salieron a enfrentarse con don Pedro de Alvarado.
Mas, según dice el abate Brasseur de Bourbourg, en carta dirigida al editor de ≪La Gaceta≫ de Guatemala, el 15 de septiembre
de 1856, consta en un manuscrito cachiquel que el nombre del Príncipe a la sazón
reinante, cuando vino Alvarado, era Atonal (“Sol del Agua”) ¿No sería Atona, uno
de tantos caciques de los diversos cacicazgos en que entonces estaba dividida
la región de Cuscatlán, y que se había reunido como tantos otros ignorados tal
vez, a los Señores y Jefes de Cuscatlán, los Atlaeatl, para hacer frente a don
Pedro de Alvarado?
Atonal
puede haber sido el cacique, entonces reinante, de los izalcos, y bien se
sabe
que hasta la techa, tienen un indio jefe a quien ellos reconocen y obedecen
como cacique.
El
ultimo cacique de la región o cacicazgo de Chaparrastique, según don J. Antonio
Ceballos, fue Guistaluzziit, quien flojamente intento cerrar el paso a don
Pedro de Alvarado.
En
medio de un collar de montañas, se extiende el soleado ≪Valle de las Hamacas≫, en donde se mueve pequeñita
y animosa la ciudad capital de la región de Cuscatlán.
Hamaca
india, donde se acuna un pueblo al arrullo que cantan los volcanes, los ríos y
sus lagos. Prados risueños, bañados por la catarata de oro del sol, en plena
fiesta de trinos y colores. Cantan los canales y las milpas, con el sonajero de
sus rubias espigas; los amates y las ceibas se balancean en una danza rítmica,
ritual, que languidece como suspiro de india sentimental...
Color
de sol, pujanza de la tierra, brotes, flores y frutos por doquiera; se perfuman
las selvas, y en los nidos hay un temblor de trinos, con el piar balbuceante de
pájaros que nacen; urgencias maternales en calentar sus nidos, picoteos, mieles
y caricias... ¡Es la canción del trópico, que estalla con música de pájaros
flauteros, perfumes y colores...! Cuscatlán es así: caliente, vigoroso y pujante.
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